Cuando aparece ante nosotros un problema el primer paso es dedicarle un tiempo prudente al análisis de en qué consiste realmente el problema, quién está implicado en él, dónde se produce, cuándo aparece y cómo funciona. Definir concretamente el problema y sus características es el primer paso hacia su solución.
Pero no debemos olvidar un factor clave cuando se presenta el problema: nuestra actitud.
La cultura de la empresa, organización o equipo donde se presenta el problema tiene un peso descomunal.
A lo largo de mi carrera profesional, ante una situación problemática, siempre he tendido a buscar soluciones mientras que, en muchas ocasiones, a mi alrededor, se buscaban culpables.
Dan Bobinski, director ejecutivo del Center for Workplace Excellence y experto en liderazgo, explica por qué la estrategia de “buscar culpables” cuando surge algún problema no tiene cabida dentro de un liderazgo efectivo y cómo el “buscar soluciones” para resolver la dificultad antes que nada constituye una estrategia mucho más eficaz. Bobinski afirma que al encontrar culpables se satisface una cierta necesidad de los directivos, pero no se resuelve el problema ni queda nada positivo. Él aconseja solucionar lo que salió mal y luego pasar a analizar por qué sucedió, qué pudo haberse hecho diferente y cómo se hará en el futuro, de manera que el análisis constituya un aprendizaje.
Hace unos días veíamos cómo la primera reacción del CDO de Telefónica, Chema Alonso, ante el ciberataque ransomware del ya famoso Wanna Cry, twiteaba (reaccionaba) así:
«No es una de mis responsabilidades directas» es una reacción que todos, lamentablemente, hemos experimentado en nuestra vida profesional, entre nuestros compañeros y en nosotros mismos. Es el equivalente al infantil «yo no he sido» del sujeto que, enfrentado a un problema de su responsabilidad, quiere negarlo o evadirse de él.
Chema Alonso tenía un problema, pero antes de plantearse el qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué, ya estaba exculpándose e indirectamente buscando culpables. Como he dicho anteriormente, la cultura de la empresa u organización suele ser la causa de mayor peso de este tipo de reacciones. Tal vez Telefónica debería revisar qué valores y métodos transmite a sus equipos sobre la forma de enfrentarse a los problemas. Los compañeros y colegas de Chema ya saben qué esperar de él. Su reacción fue humana, no vamos a negarlo, pero no es la que cabe esperar de un líder.