Desgraciadamente es muy habitual que gente corra de una crisis a otra, dejando atrás un rastro lleno de cadáveres de problemas sin resolver o parcialmente resueltos. En muchos casos, nunca parecen solucionar problemas, solo impiden que empeoren. Roger Bohn escribe en «Stop Fighting Fires»: «En las empresas, hay invariablemente más problemas de los que la gente tiene tiempo para tratar de resolver. En el mejor de los casos, esto conduce a situaciones en las que los problemas menores son ignorados. En el peor de los casos, los trabajos de apagafuegos consumen todos los recursos.
Los directivos e ingenieros van corriendo de una tarea a otra, antes de poder completar una, otro problema los interrumpe. Los esfuerzos serios de resolución de problemas degeneran en parches rápidos e inestables. La productividad sufre, y la gestión se convierte en un acto constante de malabarismo de decidir dónde asignar a las personas sobrecargadas de trabajo, y qué crisis incipiente debe ignorarse por el momento. Esta cultura empresarial recuerda a la de un parque de bomberos.
Diagnóstico diferencial
Si tu organización exhibe tres o más de los siguientes síntomas, estás trabajando en un parque de bomberos y no en una organización eficiente:
- No hay tiempo suficiente para resolver todos los problemas. El número de problemas supera en número al de los posibles solucionadores de problemas.
- Las soluciones son incompletas. Muchos problemas son simplemente parcheados y nunca resueltos realmente. Es decir, los efectos superficiales (síntomas) son tratados, pero las causas raíz nunca se eliminan o ni siquiera se analizan.
- Los problemas se repiten en cascada. Las soluciones incompletas o azarosas suelen hacer que los problemas antiguos se repitan y a veces crean nuevos problemas. (Vinculado al síntoma 2)
- La urgencia reemplaza a la importancia. La rueda chirriante se engrasa primero. Los esfuerzos de resolución de problemas no obtienen frutos, debido a las interrupciones constantes, a los incendios que se deben ir extinguiendo.
- Caídas de rendimiento. Debido a la ineficacia de los procesos de resolución de problemas, el rendimiento general siempre disminuye drásticamente. (Una relación natural de causa y efecto.)
- Muchos problemas se convierten en graves crisis. Los problemas se queman hasta que estallan, a menudo justo antes de una fecha límite, y luego requieren esfuerzos heroicos para ser resueltos. (La ley de Thompson nos dice que Murphy es un optimista.)
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