Estas son, según mi experiencia, las 10 cualidades y comportamientos de un buen solucionador de problemas, pero no todas ellas son necesariamente esenciales en una persona para resolver con éxito un problema. De hecho, es probable que si el equipo posee estas cualidades o comportamientos como grupo, el éxito del equipo esté garantizado. Si una persona es, por ejemplo, analítica, curiosa, paciente y dedicada, mientras que otra es objetiva y entusiasta, y otra tiene coraje y sentido de la aventura, pero está vigilante, entonces el equipo satisface integralmente estos requisitos. Así que selecciona a los miembros de tu equipo problem solving con estas cualidades en mente:
1. Objetividad
Un solucionador de problemas siempre debe ser imparcial y objetivo, y no tener nociones, ideas o sesgos preconcebidos sobre lo que está causando el problema. Cada problema tiene su propio conjunto de condiciones o circunstancias y la mayoría de las veces la respuesta reside en los datos e información que rodean estas condiciones. Sin objetividad, las observaciones cruciales pueden ignorarse o perderse. He sido testigo de tantas veces individuos y equipos saltando a causas y soluciones antes incluso de entender el problema. Mantener una mente abierta durante todo el proceso es fundamental.
2. Capacidad analítica
Un buen solucionador de problemas debe ser analítico y sistemático en su enfoque de los problemas. Una de las claves para resolver problemas es el arte de hacer las preguntas correctas de una manera metódica. A medida que investigamos los problemas, es crucial utilizar un enfoque lógico a medida que avanzamos a través del laberinto de hechos desconocidos y opiniones siempre presentes de los demás. Hacer preguntas, o debo decir las preguntas correctas, es imperativo si queremos descubrir los hechos relacionados con el problema. Estrechamente relacionado con esto está la necesidad de análisis. Una vez que se recopilan la información y los datos que rodean el problema, deben analizarse de manera sistemática. Un buen solucionador de problemas sabe y entiende qué herramientas y técnicas están disponibles, cómo utilizarlas y cuándo utilizar cada una de ellas.
3. Creatividad
Resolver problemas requiere imaginación, creatividad e ingenio. Resolver problemas a veces requiere pensamiento abstracto y requiere acciones imaginativas e inventivas. Una vez que haya determinado la verdadera causa raíz (o causas) del problema, es hora de ser innovador y dejar que sus jugos creativos fluyan a medida que desarrolla soluciones eficaces. La solución a su problema exigirá ingenio e ingenio, por lo que debe ser inventiva.
4. Dedicación, perseverancia y compromiso
Resolver problemas requiere dedicación, perseverancia y compromiso, porque las respuestas a veces son oscuras u ocultas y, por lo tanto, no siempre son obvias. Uno debe estar decidido a encontrar la causa raíz y comprometido a utilizar un enfoque sistemático. Los solucionadores de buenos problemas no vacilan a medida que se desarrolla el viaje de resolución de problemas; se quedan en el curso.
5. Curiosidad
Un buen solucionador de problemas tiene curiosidad. Cuando las personas tienen curiosidad, están interesadas en entender por qué suceden las cosas y sondearán debajo de la superficie del problema en busca de cosas que pueden no ser obvias o evidentes sobre la superficie. Todas las soluciones a los problemas comienzan por curiosidad y deseo de determinar y entender lo que sucedió y luego entender por qué. Hasta que no entiendas por qué ha surgido el problema, tus posibilidades de resolverlo son prácticamente nulas.
6. Coraje
Se necesita coraje, osadía y agallas para ser un buen solucionador de problemas. Debido a que por lo general siempre hay un aura negativa o un ambiente que rodea los problemas, las personas que están más cerca y responsables de la zona con el problema a veces se sienten amenazadas. Debido a que se sienten vulnerables y expuestos, generalmente no les gusta ser interrogados, pero deben tener el valor y la fortaleza para avanzar y buscar respuestas. Cuando le haces preguntas a la gente sobre el problema en su área de responsabilidad, muchas veces la reacción instintiva es tomar una postura defensiva. Por lo general, se te percibe como indiscreción e cuestionamiento de su carácter. Por supuesto, este no es realmente el caso, y si haces las preguntas de una manera positiva y no gratificante, puedes aliviar parte de esta percepción.
7. Sentido de la aventura
Resolver problemas es un viaje y una exploración de lo que sucedió, por lo que tener un sentido de aventura es fundamental para llegar a su destino. A menudo me he preguntado cómo los primeros exploradores debieron sentirse mientras navegaban hacia aguas desconocidas e inexploradas o pasaban por un campo desconocido y extraño, sin saber lo que iban a encontrar o enfrentarse o incluso si tendrían éxito. Por ejemplo, Toyota, lo hace mejor que cualquier empresa e invita a que tanto la directiva como los empleados vayan a visitar el origen del problema en persona, para que puedan ver de primera mano lo que está sucediendo.
8. Entusiasmo
Un buen solucionador de problemas debe demostrar entusiasmo durante el viaje de resolución de problemas. Debe haber cierta entusiasmo, celo y pasión que se vuelve contagiosa e infecciosa para el resto del equipo. Al demostrar y comunicar entusiasmo al equipo, sin darse cuenta está motivando e inspirando a los miembros de su equipo. Habrá momentos en los que la situación puede parecer desesperada para el equipo, pero su perspectiva positiva y entusiasmo lo guiarán a usted y a su equipo a través del proceso.
9. Paciencia
Encontrar causas profundas y desarrollar soluciones a los problemas no siempre es claro, sencillo o sencillo, por lo que un buen solucionador de problemas debe demostrar paciencia, persistencia y poder de permanencia. A veces, se le presionará para que se mueva más rápido de lo que le gustaría o necesite, por lo que debe verse obligado a mantener el curso. Parte de aprender a ser un buen solucionador de problemas es aprender a ser disciplinado y regado. Si se toma su tiempo y trabaja sistemáticamente a través de problemas, su tasa de éxito mejorará drásticamente. Recuerda, la paciencia es realmente una virtud.
10. Atención
Por último, un buen solucionador de problemas debe estar atento y esperar siempre lo inesperado. Justo cuando crees que puedes haber expuesto la causa raíz de un problema, o haber descubierto la vía causal del problema, nueva información o algo imprevisto puede salir de la nada y atraparte desprevenido si no estás alerta a esta posibilidad. Así que ten cuidado y atento a que pueda venir nueva información en cualquier momento que cambie tu punto de vista.